El Cluster insta a trabajar la innovación de los envases ante las nuevas normativas de reciclaje
Una nueva sesión de ‘Diálogos Intracluster’ se ha centrado en cómo el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) es un aspecto clave para las empresas del sector
Los expertos han remarcado que implicar a los ciudadanos en este nuevo horizonte es vital para la reciclabilidad de los envases
El fomento de la innovación es la base para poder mejorar los porcentajes de reciclabilidad y reutilización. Esta ha sido una de las principales conclusiones del Diálogo Intracluster organizado por el Cluster de Innovación de Envase y Embalaje. Ante la nueva normativa sobre residuos y suelos contaminados, se ha abierto un debate en torno a la Responsabilidad Ampliada del Productor del producto (RAP) y al término Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), un aspecto que está incidiendo en el compromiso de los fabricantes de envases ante el proceso de recuperación y reutilización de sus productos.
“No cabe duda de que existen unos objetivos en cuanto a tasas de reciclabilidad que debemos cumplir, y para ello existen muchas técnicas disponibles de I+D que, sin disparar los costes, harán más efectivos y eficientes los procesos de reciclado” según ha detallado Jesús Pérez, director del Cluster, que apuesta por la innovación en el diseño de los envases y embalajes ante las nuevas normativas a las que se enfrenta el sector.
Esta sesión online ha contado con la intervención de José Guaita, presidente de Heura; Germán Casado, responsable de los sectores Drinks Companies & Non-Food Sector en el departamento de Empresas, dentro de la dirección de RREE y RSC de Ecoembes; y Elisa del Río, directora del Área Técnica de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV).
Un debate que ha incidido en la responsabilidad de los fabricantes de envases, que están tanto directa como indirectamente afectados por el modelo RAP, pero en el que también se ha destacado la importancia de todos los agentes de la cadena de valor como parte implicada en el reciclaje de los envases y embalajes.
Por otro lado, del Río ha destacado la desinformación que sufren los ciudadanos en cuestiones de reciclaje de los envases, pues estos “son los ejecutores de las políticas y acciones que realicen las empresas y mientras estos no se sientan implicados, en cuanto a la importancia de su comportamiento para cumplir con las tasas de reciclabilidad, no podremos avanzar”.
La gestión de los residuos como ventaja competitiva en las empresas
Este nuevo marco legislativo deja a los productores de envases y embalajes sumergidos en dudas sobre el futuro de su negocio a corto plazo. Pese a ello, los profesionales han empezado a trabajar bajo los marcos establecidos hasta la fecha.
Dentro del nuevo marco legislativo la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) establece las obligaciones a las que pueden quedar sometidos los productores, tanto en la fase de diseño y producción de sus productos como durante la gestión de los residuos. Así, los productores de envases se encuentran en el medio de esta cadena donde deben fomentar la reciclabilidad.
Así, el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) puede suponer una ventaja competitiva para las empresas pues “en 5 años el modelo empresarial que no sea sostenible y digital no es que vaya a perder, sino que dejará de existir”, ha afirmado Guaita.
Futura normativa sobre los envases y embalajes
El contexto normativo está marcado por tres normas que marcarán en un futuro próximo el uso y fabricación de los envases, como son a nivel estatal el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular y el Proyecto de Real Decreto de Envases y Residuos de Envases y, a nivel autonómico, la Proposición de Ley para la prevención de residuos, transición ecológica y fomento de la economía circular en la Comunitat Valenciana.
Estas normas inciden sobre los envases y embalajes, recogiendo objetivos sobre la reciclabilidad, la recogida y los costes. Entre otras, se recoge la obligatoriedad de la venta a granel en los comercios minoristas, prohibiendo el uso del embalaje primario o en envases reutilizables.
Otro aspecto en el que inciden es en la aplicación de tres medidas fiscales en el sector del envase, como son la implantación de un impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, el impuesto especial sobre los envases de plástico, en el que se pagarán 0’45€ por quilogramo de plástico no reciclado, y las tasas de residuos y pago por generación.
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